Los ingredientes que necesitaremos son:

 

Para la masa

300 gr de harina de trigo todo uso

2 cdas de azúcar

70 gr de agua

50 gr de margarina o mantequilla

 

Para el relleno

500 ml de leche liquida

4 yemas de huevo

50 gr Almidón de maíz o maicena

120 gr de Azúcar blanca

1 cda de vainilla

1 cdta de ralladura de naranja

 

Para el decorado

Pistacho triturado

Chocolate oscuro en trozos

Lluvia de chocolate

Y chocolate con leche rallado

 

 

Comenzamos llevando ¾ partes de la harina de trigo a un bowl y agregando la margarina que debe estar a temperatura ambiente, el azúcar y el agua.

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Mezclamos con una paleta hasta integrar los ingredientes. Si tienes una batidora eléctrica, por supuesto que será mucho más fácil y puedes agregar la cantidad completa de harina.

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Va a ser un poco difícil mezclar porque es una masa que debe quedar dura, un poco seca, pero no tanto.

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Una vez que consigamos la consistencia como para amasarla con nuestras manos, la llevamos a un mesón limpio y vamos amasando con nuestras manos y el resto de la harina hasta usarla por completo.

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Es necesario que la masa no tenga mucha humedad porque la vamos a hacer muy delgada y debe tener una consistencia fuerte para que no se pegue al mesón de trabajo.

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Fíjense que me cuesta un poco amasar, ya tenemos la masa lista para llevar a reposo.

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La envolvemos con papel plástico y dejamos reposar durante una hora para que al momento de estirarlo, la masa no se contraiga.

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Mientras reposa, vamos con el relleno.

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Mezclamos las yemas de huevo con el azúcar.

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Seguimos, agregando la vainilla. Puede ser en pasta, liquida o en polvo.

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Añadimos la ralladura de naranja y un poco de leche, algo así como 1/2 taza.

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Incorporamos la maicena y mezclamos bien hasta diluir. Reservamos cuando se haya mezclado bien y no queden grumos.

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El resto de la leche la llevamos al fuego, mezclando siempre para que no se queme.

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Cuando esté a punto de hervir, la retiran del fuego y van agregando poco a poco la leche caliente al bowl donde mezclamos las yemas de huevo mientras batimos.

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Es muy importante ir mezclando mientras vertemos la leche poco a poco porque sino, se formaran grumos.

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Cuando hayan mezclado la mitad de la leche, llevamos todo nuevamente a la olla y encendemos el fuego.

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Mezclamos y cuando comience a hervir, bajamos el juego y seguimos cocinando durante un minuto. En ese tiempo no debemos dejar de mezclar.

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Al finalizar, pasamos la mezcla por un colador para retener cualquier grumo que se haya formado durante la cocción.

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Para enfriar, debemos taparla con papel plástico, pero que tenga contacto con la crema, porque de lo contrario se secará la superficie por el aire que quede entre el pastico y la crema.

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Ahora, necesitaremos los moldes para darle forma a los cannoli.

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Son unos cilindros de metal o de madera. Pueden usar los que tengan.

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Les untan un poco de margarina, mantequilla o aceite para prepararlos y los reservan.

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Ahora, con la ayuda de una máquina de pasta, vamos estirando la masa, poco a poco. Comenzamos por el grosor más alto y vamos reduciendo hasta el penúltimo, dependiendo de la máquina. La idea es tener una masa bien delgada pero no tanto como para que se rompa.

Pueden hacerlo con rodillo pero la verdad es que es bastante complicado, aunque con paciencia, es posible hacerlo.

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Esta masa originalmente se hace con vino marsala en vez de agua pero en mi país es difícil conseguirlo. El sabor de este vino es algo dulce y cambia un poco el resultado final, sin embargo no es tanta la diferencia.

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Cuando estiremos la masa por completo, la cortamos. Yo uso un cortador de tamaño semejante al molde cilíndrico. Si no tienen, usen un plato, un bowl o una tortera pequeña.

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Cortamos varios círculos y guardamos el exceso para amasarlo y usarlo de nuevo.

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Ahora, envolvemos los moldes con la masa. A veces hace falta hacer un poco de presión con el rodillo para darle forma ovalada pero como estos círculos son pequeños, no es necesario hacerlo.

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Sellamos la punta con un poco de clara de huevo para que no se abran al momento de hervir.

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Llevamos a cocción en una olla con abundante aceite a temperatura media. Cocinamos de dos en dos para no enfriar el aceite.

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Una vez que se hayan dorado, los retiramos del aceite y llevamos a un papel servilleta para que absorba el exceso de aceite.

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Ahora, con mucho cuidado y cuando enfríe, retiramos los moldes. Traten de retirarlos con paciencia porque sino, romperán la galleta que hicimos.

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Sabremos que nuestros cannoli quedarán bien, cuando se formen burbujas en la masa al freírlos.

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Ahora rellenaremos con nuestra crema pastelera.

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Vertemos con una manga pastelera, desde el centro hacia a fuera por ambos lados. Y decoramos con cualquier ingrediente de decorado que elegimos.

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Finalmente y de forma opcional, cernimos un poco de azúcar en polvo sobre cada cannoli.

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Y ya estamos listos para disfrutar este rico postre que es súper fácil y sabroso!