Pollo agridulce
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
1 pechuga de pollo entera
½ taza de almidón de maíz o maicena
¾ tazas de harina de trigo todo uso
2 huevos enteros
1 taza de pan molido
1 cda de mantequilla
1 cebolla mediana
1 chorrito de aceite vegetal
1 chorrito de vinagre
¾ taza de miel
1 taza de jugo de naranja natural
1 cda de jengibre en polvo
¼ de taza de azúcar moreno
2 cdas de ajonjolí tostado
1 cda de aceite de sésamo
1 cda de salsa de soya
2 dientes de ajo
Pimienta negra al gusto
1 ramita de cebollín
2 cdtas de canela en polvo
Y sal al gusto
Comenzamos preparando los ingredientes.
Cortamos la cebolla a la mitad, hacemos incisiones delgadas, la volteamos y cortamos para formar pequeños cuadros.
Reservamos.
Ahora vamos con el ajo. Lo cortamos muy chiquitico.
A continuación el cebollín o cebolla de verdeos. Este lo cortaremos en rebanadas muy delgadas.
Finalmente la pechuga de pollo.
Cortamos en tiras gruesas y luego en cuadros. Es importante que los cuadros no sean tan gruesos para que no queden crudos al momento se cocinar ni tan delgados que queden secos.
La medida promedio de los que corté es de 3cm por 3cm.
Ahora, pasamos las pechugas cortadas a un bowl. Mezclamos con la harina, el almidón, sal, pimienta y la mitad del jengibre.
Mezclamos bien para que la harina se distribuya por todas las pechugas de pollo que cortamos. Es importante que todas las pechugas estén enharinadas.
Pasamos al siguiente paso, en un tazón descascaramos los dos huevos y mezclamos con un batidor o tenedor.
Ahora tomamos un cuadro de pechuga, retiramos el exceso de harina y llevamos al huevo batido, escurrimos el exceso y pasamos por el pan molido.
Cubrimos bien, apretando el pollo contra el pan para adherirlo lo mejor posible. Solo le aplicaremos una capa de pan.
Lo llevamos a un plato limpio y seco mientras seguimos con el resto del proceso.
Pueden hacer esto con un tenedor pero si pueden hacerlo con un palito chino les resultara más fácil.
Recuerden el orden. Harina de trigo para texturizar la superficie del pollo, huevo batido porque es el ingrediente que necesitamos para que se pegue el pan y finalmente pan molido para darle la superficie crocante y dorada.
Pueden también, saborizar el pan rallado a su gusto para darle un toque extra de sabor.
Preparamos un sartén con aceite caliente, a unos 180 grados o temperatura media y freímos nuestros pollos. Traten de no agregar tantos al mismo tiempo para que el aceite no se enfríe, así evitaremos que el pollo absorba tanta grasa.
Cuando estén dorados, pueden retirarlos y escogen uno al azar para comprobar la cocción por dentro.
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Dejamos escurrir el pollo en papel absorbente y vamos con la salsa.
En un wok o sartén grande, agregamos un chorrito de aceite vegetal y sofreímos la cebolla hasta que cristalice.
Al hacerlo, incorporamos el ajo y cocinamos unos segundos más.
A continuación, añadimos el jengibre, salsa de soya, canela, sal, pimienta, ajonjolí y la miel.
Tenemos que cocinar un rato para que los ingredientes se unan y vertemos el jugo de naranja que no debe tener azúcar, vinagre y el azúcar moreno.
Cocinamos unos minutos hasta que la salsa espese.
Cuando haya espesado le añadimos la mantequilla que debe estar muy fría, y mezclamos bien. Esto añadirá brillo a la salsa y nos facilitara las cosas al momento de agregar el pollo.
Ahora sí, agregamos el pollo cuidando de que la salsa no esté muy espesa porque de lo contrario, se formara caramelo en vez de cobertura dulce.
Mezclamos bien para que toda la salsa cubra al pollo.
Ahora, serviremos.
Simplemente lleven a un plato la porción que deseen.
La combinación de ambas recetas es espectacular.
Para culminar, agregamos el cebollín por arriba para decorar y darle un toque final a esta receta.
Listo! Ya podemos disfrutar de este rico plato, estoy seguro de que te va a encantar.