Los ingredientes que necesitamos son:

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160gr de margarina

200 gr de azúcar

4 huevos

400 gr de harina de trigo leudante

1 cda polvo de hornear

1 vaso de leche

El zumo de un limón

60gr de cacao en polvo

Una pizca de sal

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Comenzamos la receta separando las yemas y las claras, dejando las claras en un bowl y las yemas en un envase separado.

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Es importante que los huevos estén a temperatura ambiente porque si no las claras no van a levantar al batir.

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También deben tener cuidado de no dejar caer nada de yema en las claras.

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Batimos bien las claras hasta llegar al punto de nieve. Si les cuesta mucho, si la clara no monta, pueden batir en baño maría.

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Lo puedes hacer con un batidor de mano o uno eléctrico, lo importante es que monten bien.

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Debe quedar con picos sin que se bajen.

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Reservamos y mezclamos la margarina con el azúcar.

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Batimos la margarina con el azúcar hasta que se integren bien.

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Quedará con una textura cremosa y pálida.

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Añadimos las yemas que teníamos reservadas.

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Incorporamos la sal, el limón y poco a poco vamos añadiendo la leche alternando con harina. Un poco de leche y otro poco de harina, mezclando con la batidora hasta que se absorba e integre todo.

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Ahora vamos a mezclar las claras que montamos antes con la mezcla que acabamos de hacer.

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Con la paleta vamos mezclando en forma envolvente.

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Añadimos una porción y mezclamos, poco a poco hasta usar todo.

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Durante el mezclado, añadimos el polvo de hornear.

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Deberá quedar una mezcla cremosa, lisa y homogénea.

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Preparamos un molde y encendemos el horno a 180°C para que vaya calentando.

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Vertemos la mitad de la mezcla en el molde, distribuyendo bien por todos lados.

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Ahora tenemos que mezclar el cacao. Un pequeño truco que uso es tomar una porción de la mezcla y separarla en un plato hondo para diluir el cacao en polvo allí. La razón de hacer esto es para evitar que las burbujas de aire que creamos al batir se desinflen y la mezcla pierda cuerpo.

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Mezclamos el cacao con una cuchara. Si les cuesta hacerlo o se torna muy espeso, añadan un chorrito de leche y sigan mezclando.

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Luego de que hayamos diluido el cacao, mezclamos todo en la crema que esta aun en el bowl y la vertemos en el molde, encima de la que servimos previamente.

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Hundimos la paleta para que las dos mezclas tengan patrones de colores diferentes y se vean figuras de ambos colores al cortar.

Ahora vamos a hornear nuestro pastel.

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Llevamos al horno durante unos 50 minutos o hasta que al clavar un palito de bambú o un cuchillo, salgan secos. El tiempo de cocción dependerá del tamaño de la bandeja.

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La dejamos enfriar y luego la desmoldamos.

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Desmoldamos con cuidado para no romperla.

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La pueden comer así pero le quise hacer un glaseado con azúcar y leche, y sobre este, otro con leche, azúcar y cacao.

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Simplemente mezclen azúcar pulverizados con la leche hasta obtener una crema que sea poco fluida, consistente y que quede bastante espesa.

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Cubran la parte superior de la torta con la mitad de la crema y a la otra mitad le añaden cacao.

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Añadan por encima y dejen reposar unos minutos.

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Ahora sí, vamos a cortar para que vean como quedo. Deberían verse los colores amarillo claro y marrón.

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Listo! Ya podemos comernos esta rica torta, se la recomiendo con un chocolate caliente, una infusión o simplemente café.

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