Los ingredientes que necesitaremos son:

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300 gr de harina de trigo todo uso divididos en dos partes

100 gr de harina de trigo todo uso

40 gr de espinacas frescas

1 remolacha pequeña

Tres huevos enteros

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Comenzamos moliendo la espinaca.

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Llevamos las espinacas con un huevo a la licuadora. Ya las hojas están limpias y separadas del tallo. La pueden sustituir también con albahaca fresca. No usaremos agua sino solamente el huevo.

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Vamos a licuar bastante porque no queremos ningún tipo de grumo, queremos una mezcla lisa, suave y homogénea.

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Una vez que hayamos licuado, llevamos a un bowl junto a 150 gr de harina. Con esto vamos a hacer nuestra primera pasta que será la de color verde.

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Cernimos la harina porque como les dije antes, no pueden haber grumos ni ningún tipo de impureza.

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A veces en la harina al pasar mucho tiempo guardada, se forman unos grumos duros como piedra, eso hay que retirarlo en caso de que exista.

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Mezclamos bien, pueden hacerlo con sus manos como yo o con una paleta, un batidor, una cuchara, en fin, como se sientan más a gusto.

Luego de que estén unidos los ingredientes, amasamos un rato en el mesón limpio, solo hasta unir bien porque de lo contrario, será muy difícil estirar la masa.

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En el video les muestro como queda la masa, está unida y lista.

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La envolvemos con papel film y la dejamos reposar en la nevera unos 20 minutos.

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 Ahora vamos a preparar el otro color de pasta. ¿Cuál? Morado. Simplemente licuamos la remolacha con otro huevo.

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La cortamos en cuadritos y procesamos bien.

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Esto tiene que ser un licuado bastante prolongado para que la remolacha quede lo más liquida posible.

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Yo estoy usando estos colores pero pueden usar el que prefieran, si no saben qué vegetal usar, pueden añadir un poco de colorante de comida al huevo pero usando menos cantidad de harina de trigo.

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También puedes usar cualquier otra cosa para pintar la pasta como por ejemplo cacao en polvo.

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Al igual que la pasta anterior, usamos 150 gr de harina cernida y mezclamos bien.

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Primero unimos en el bowl y después amasamos en la mesa.

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Esta es la medida que deben usar. 100 gr de harina por cada unidad de huevo. Pueden usar un poco mas de harina si les queda muy húmeda la masa. En este caso no las quiero secar mucho porque vamos a trabajar bastante con ellas.

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Listo, la vamos a llevar a la nevera envuelta en papel film.

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Por último en el proceso de amasado, vamos a hacer la blanca, que realmente es un poco amarillenta y es la masa básica de pasta. Una unidad de huevo por 100 gr de harina de trigo.

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Mezclamos igual que hicimos con las masas anteriores. Recuerden el procedimiento, mezclar, amasar, envolver y guardar en la nevera.

¿Se dan cuenta de lo fácil que es hacer pasta casera?

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Ahora vamos a aplanar las tres masas. ¿Cómo lo haremos? Bien, primero tenemos que aplanar con la mano o con un rodillo la masa verde y espolvorearle un poco de harina.

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Si tienen maquina, comenzamos con el grosor más ancho hasta llegar gradualmente al penúltimo. Si la masa se les llega a romper, perder forma o dañar, pueden doblarla y volverla a pasar por la maquina.

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Traten de no usar tanta harina porque luego se nos puede quebrar la masa al manipularla.

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Una vez que hayamos llegado al penúltimo numero de la maquina, guardamos la masa a un lado cubierta con un trapo.

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Ahora vamos con la segunda masa. Miren el color tan bonito que tiene. Es bastante intenso.

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Hacemos exactamente igual que la masa anterior pero tratando de no usar tanta harina para que no cambie el color.

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Pueden también usar un rodillo para estirar la pasta pero va a ser un trabajo complicado y tedioso. Si no la tienen y le pueden pedir prestada la maquina a algún amigo, vecino o familiar, sería mucho mejor.

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Le toca a la masa blanca, que será la base de los diseños que haremos. Usé menos porque les estoy enseñando la técnica pero si la van a hacer para una cantidad más grande, tienen que hacer más. La equivalencia es un huevo por 100 gr de harina.

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Ye tenemos nuestras tres masas estiradas. Ahora voy a cortar cada masa de colores en tres partes para enseñarles varios diseños.

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Cortamos una parte en fetuccini que es un corte largo y algo ancho. Este lo podemos cortar en nuestra maquina con el rodillo correspondiente o con un cuchillo.

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Reservamos y vamos a cortar ahora la otra masa, la morada.

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También la reservamos a un lado.

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Una vez que tengamos estas dos pastas, escogeremos los más bonitos, los más regulares y haremos un diseño de líneas horizontales sobre la lámina de pasta blanca.

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Colocamos una tira verde sobre la pasta blanca, dejamos un espacio sin nada, luego una tira morada sobra la pasta blanca y así sucesivamente hasta llegar al final.

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A medida que colocamos las tiras de pasta, vamos apretando un poco con los dedos. Es importante no agregar harina porque si lo hacemos, no se pegarán las tiras a la base.

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Pueden usar una regla para que les quede nivelado pero realmente no hace falta que quede tan perfecto.

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Al colocar la última tira, cortamos la parte inicial y final de la lámina de pasta para retirar los excesos de tiras que irán quedando.

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Con cuidado vamos a levantar la masa y la pasaremos por la maquina. Primero lo haremos en el penúltimo número, donde quedamos y luego en el más delgado. Si tu máquina aplana muy delgado, entonces deberías dejas las masas en el antepenúltimo número y para finalizar aplanarlas en el penúltimo.

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Es importante que cada vez que aplanemos una masa, limpiemos bien la mesa y la maquina porque se le pueden pegar restos de masa de colores y pueden ensuciar el diseño.

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Miren como quedó. La vamos a dejar debajo de una toalla para que no se seque y seguimos con otro diseño.

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Aquí, como no tengo ningún implemente de cocina con qué dar forma, usé la tapa de un bolígrafo que, por supuesto, limpié bien antes de usar.

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Hacemos hoyos en las masas verde y morada para que nos queden pequeños círculos que pegaremos a la blanca, intercalando sin un orden especifico sino como ustedes quieran.

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Estos son simplemente diseños que me vienen a la mente, el límite lo definen ustedes, pueden hacer la forma que deseen.

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Si quieren, usen un spray con agua para humedecer la superficie de la masa y que se peguen con más facilidad, pero es solo un toque, si se pasan de agua, pueden dañar la masa.

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Una vez que hayamos pegado todo, levantamos con cuidado y hacemos el mismo procedimiento que con la masa anterior. Aplanamos, reducimos el grosor y volvemos a aplanar.

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Listo, tenemos el segundo diseño, ahora vamos por el tercero.

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Tomamos las dos láminas de colores y las doblamos como un cilindro para cortarlas más fácilmente. Hagan esto rápido para que no se peguen.

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Cortamos primero las orillas porque están irregulares. Luego, cortaremos secciones de unos dos centímetros.

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Desdoblamos con cuidado y vamos colocando una tira verde y otra morada una al lado de la otra y ejerciendo tal presión con los dedos que eviten que se despeguen.

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Alternaremos colores hasta llegar al tamaño del ancho de nuestra maquina de pasta.

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Cortamos los excesos para hacerlo regular y levantamos con cuidado.

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Vamos a estirarlo con el rodillo para que se pegue bien.

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La ventaja de este diseño es que tiene colores por ambos lados mientras que los otros diseños solo tiene colores de un lado.

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Ya podemos hacer las formas que más nos gusten.

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Entre las formas que hice, está el farfalle que son pequeños lacitos de pasta. Corten formas rectangulares, tomen el centro del rectángulo y lo pellizcan con ambos dedos hasta que estos se toquen.

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Con esta masa, pueden hacer lasaña, espagueti, ravioles, tortolina y muchas otras formas.

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